Se nos acaba la serie, y lo está dando todo. Faltan dos episodios y aunque todavía quedan cosas por resolver se está cerrando un círculo que es cada vez más estrecho.
Spoilers del antepenúltimo episodio de la serie y ¡Que antepenúltimo!
Llevo semanas comentándolo, pero es que creo que es verdad, esta quinta temporada es un regalo para los fans de Damages, para los seguidores de la serie que han estado atentos a este puzzle que lleva 57 episodios encajándose y del que sólo le faltan algunas piezas, las más complicadas, las que no encuentras y que rematan el trabajo.
Cuando se empieza con un “5 años atrás” y ya no es un mero flashback, sino un hecho que todos presenciamos hace realmente cinco años es cuando Damages sigue innovando y se pone a la vanguardia de la ficción una vez más tras sorprendernos en la primera temporada. Es la serie desestructurada en el tiempo, un relato milimétrico de situaciones y confrontaciones que viene a solucionar un hecho pendiente de hace cinco años.
Mucho hemos discutido en los comentarios de la anterior entrada acerca de la veracidad del intento de asesinato de Ellen y de su autor, si bien Patty, si bien el tío Pete o Frobisher, y esta vez tampoco nos han aclarado mucho la situación. Está claro que se encontraron con un gran handicap al resolver este entuerto. Tom Aldredge, el actor que encarnaba a Pete murió el año pasado, por lo que solo se ha podido utilizar metraje ya grabado previamente, aunque sin lugar a dudas la aparición del asesino frustrado es quizá uno de los mayores golpes de efectos de la serie, y eso que este episodio ha tenido varios.
Ellen continúa viendo crecer sus nervios ahora que por fin ha puesto nombre al sicario que intentó matarla. No sabe que creer después de que Patty le “jodiera la cabeza” con sus argumentos. En definitiva y lo que nos muestran es, un amor-odio en toda regla, Ellen en el fondo no quiere que Patty hubiera cometido el delito, lo que pasa es que tras cinco años dando por sentado que había sido ella, la necesita para echarle las culpa, de eso y de toda la cadena de infortunios a la que se ha visto sometida desde que la contrató.
Por otra parte vemos a una Patty que continúa atormentada con ecos del pasado por más de una banda. Podemos verla más humana al hablar de su padre y ver como ha conocido a su nieto. Está claro que él ahora es un anciano que no puede hacerle daño a nadie pero la rabia contenida de Patty sigue y seguirá por mucho tiempo, porque es incapaz de superar los errores de sus seres queridos. La gran revelación y el WTF más evidente es como nos enteramos que Kate Franklin es su hermana o medio-hermana. ¿Lo saben ambas o es Kate quien conoce el secreto?
La inclusión de escenas de las dos primeras temporadas está dotando de ritmo y dando matices a la serie, igual, por supuesto, las apariciones de actores y actrices que aparecieron entonces y actúan como estrellas invitadas ahora. Todo un lujo.
Lo demás es puro Damages. La asistente de McClaren colaborando con Patty porque cree que eso beneficiará a su jefe, Rutger con sus tejemanejes obrando en la sombra para intentar sacar un beneficio de la organización manchándose las manos y claro, esa azotea, Ellen en el suelo, la cámara mira hacia arriba y se encuentra con él, aquella persona que intentó matarla hace un lustro. ¿La tira él al precipicio?,¿Lo hace porque sabe demasiado? o ¿Por qué le expondría?
Sólo quedan 2 episodios.
